Terapia Cognitiva

La terapia cognitiva esta catalogada dentro del tipo de terapias psicológicas, donde el error mas común, es identificarla con la psicología cognitiva, la cual tiene otra connotación dentro de la psicología general. La psicología cognitiva y los complejos mentales y emocionales tienen origen en procesos psicológicos que no tiene una percepción exterior por el sujeto, sino desde el interior psíquico como en una caja negra.

La terapia cognitiva tiene sus comienzos en 1960 con los aires de cambio de paradigma de la post guerra y los cambios socio culturales, destacándose la idea sobre concepción de la mente como el eje fundamental y procesador de información adquirida a partir de la experiencia, con su raigambre en  la teoría de las comunicaciones y la informatización de las mismas, y ello explica como un sector importante de la psicología cognitiva toma al proceso mental como objeto de estudio a partir de simulaciones informáticas e investigación con eje en la inteligencia artificial.

¿En qué consiste la terapia cognitiva?

La terapia cognitiva esta constituida por una gran cantidad de técnicas y metodologias que están englobadas como la reestructuración cognitiva. Las diferenciaciones entre la terapia cognitiva y la cognitivo-conductual esta determinada en la graduación de inferencia y enfoque teórico de partida, estableciendo para cada una de éstas ramas psicológicas distintos axiomas o conjunto de valoraciones científicas. La terapia cognitiva está basada en consideraciones donde a partir del proceso mismo cognitivo es posible arribar a un conocimiento de la conducta desde la propia cognición. Por otra parte, en la vision cientifica de cognitivo-conductual, la interpretación de la conducta se basará sólo en el medio y no a partir de conceptos intrapsíquicos.

Conceptualización

La terapia cognitiva, en tanto metodología de aplicación de la psicología cognitiva, sostiene una conceptualización psicológica con eje de base en los procesos mentales tales como el razonamiento, el mecanismo de memoria y atención donde desde la visión de lo intrapsíquico. La terapia de conducta a diferencia de la terapia cognitiva, tiene base de estudio en el proceso mental en sí, sino en la propia conducta definida como toda acción del sujeto causalmente dependiente con el medio que moldea a éste y no una simple movimiento motor que responda a ella. Ello sustenta la afirmación que la terapia de conducta no cuadra con interpretaciones intrapsíquicas como lo hace la terapia cognitiva, donde a partir de ésta última el ambiente donde se desarrolla el sujeto es por si mismo el que determina la conducta y en ese sentido de razonamiento, los conceptos cognitivos ayudan a conocer una conducta determinada, pero no podrían explicarla.

Para ser exactos, es de suma dificultad la diferenciación del basamento teórico de la terapia cognitiva de la terapia de conducta, dado que poseen una identidad en cuanto al método científico de la psicología general, siendo un claro ejemplo en el proceso de intervenciones cognitivas que tienen resultados conductuales y a la inversa. Dejando como conclusión que las terapias cognitivas y las terapias conductuales están diferenciadas en el estudio teórico de la mente, donde hasta la reestructuración cognitiva ha sido objeto de estudio por parte de la terapia de conducta con influencias científicas tanto teóricas y como prácticas, entendiéndola como el moldeamiento de la conducta verbal.